Hay dos maneras comprobadas para salvarnos de sufrimientos y contratiempos y estamos obligados a recordarlas.

1) Cerrar la boca y mantener el silencio en momentos de discusiones y peleas, y a pesar de que lo avergüencen a uno no contestar. Sino por el contrario recibir la ofensa con alegría y cariño.

No debemos olvidar que algunos libros explican que los sufrimientos son enviados desde el Shamaim (cielo) para borrar nuestras malas acciones y comportamientos negativos, que son los que provocan que suframos contratiempos y enfermedades, D´os no lo quiera.

Entonces el hecho de soportar las ofensas con alegría y cariño actúa como un limpia manchas, y mientras la ofensa recibida es más grande, mayor es la limpieza y la expiación de nuestras trasgresiones.

Y si buscamos méritos para salvarnos de contratiempos dolorosos y desgracias, no existe mérito más grande que el soportar el mantener la boca cerrada cuando nos avergüenzan.

Resulta que si nos ofenden en privado y especialmente en público, tenemos una oportunidad única para ameritar cosas muy grandes. Y quien sabe si se puede presentar otra oportunidad así en la vida. ¿No es una lástima desperdiciarla?

2) Cuidar nuestra boca de hablar chismes, mentiras y difamaciones. También esto esta reconocido como protección contra las desgracias y enfermedades.

¡Probar no cuesta nada!