Se levantan las barreras

Hoy más que nunca, Am Israel necesita del merito de la Tefilá, de la plegaria.kotel

Cuentan sobre el Rab. Kanievsky Z”L, un sabio de la Torá que vivía en Bené Berak cerca de Tel Aviv, que su nieto le comentó en una visita, que estaba a punto de viajar al Kotel Maaravi, al muro de los lamentos, en Yerushalaim.

-Cuando llegues allí recuérdame en tus plegarias”, pidió el Rab. a su nieto.

-¿Acaso es necesario que yo lo mencione a mi abuelo en mis ruegos frente a Hashem? se sorprendió el nieto.
-La relación suya con D-os es mucho más fuerte que la mía. ¿Acaso en el shamaim no conocen su sagrada trayectoria, que necesita que yo lo recuerde en mí tefilá?

Al escuchar esto el Rab. Kanievsky respondió:
-Tienes que saber que ninguna tefilá vuelve sin contestarse. Así creó D-os al mundo con esa naturaleza.
Cada palabra de ruego y pedido que salen de la boca de un yehudi cumple su función, si no hoy mañana o pasado mañana o hasta dentro de cien años, seguro que será escuchada.
Y así es que el rezo que hagas por mí sin duda que ayudará.

Así explico el Rab. Kanievsky a su joven nieto.

Las tefilot y plegarias que podemos pronunciar, muchas veces se acumulan en el shamaim y no llegan hasta el trono celestial por algún motivo que solo D-os conoce. Pero en el momento en que se levanta esa barrera, todos los rezos acumulados ingresan juntos y son todos ellos contestados.

No debemos desperdiciar esa herramienta tan valiosa con que el pueblo de Israel cuenta.

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