El Rebe de Shomer Emunim escucho de su padre la siguiente y sorprendente historia.
Cuando aun era joven y estudiaba en la escuela rabínica del Rab. “Maasé lemelej”, su situación económica era desastrosa, no tenía un centavo ni contaba con ningún tipo de ayuda monetaria. Ello no obstante no le impedía seguir sus estudios con extrema dedicación, sus rezos los hacia con suma concentración y su espíritu y fe estaban muy firmes.
Cierto día en que la situación se había puesto por demás delicada, se acerco a un rincón de la yeshiba y pronunció la siguiente plegaria:
“Patrón del mundo, que mantienes a todos sus habitantes, desde los ciervos de los bosques hasta los pichoncitos en sus huevos, Tú conoces muy bien la situación de apremio en la que me encuentro, por favor otórgame mis necesidades para que de esa manera no necesite de la ayuda de nadie”,y mentalmente pensó en cuanto dinero necesitaba para pasar ese día.
Al terminar esa plegaria su ánimo y su fe en la ayuda Divina estaban muy altas.
Más tarde cuando abrió su monedero encontró en el mismo el dinero que necesitaba para ese día. Y así sucedió día tras día durante seis meses… hasta que la dueña de la casa donde el vivía descubrió lo que estaba ocurriendo y desde ese día en adelante se acabó la cosa.
(Shuljan hatahor)