Acostumbraba el Rab Ben Zion Aba Shaul a calmar y persuadir a los componentes de un matrimonio cuando se acercaban a él para quejarse por la conducta de su pareja.
Cuando una de las partes se lamentaba por la conducta de su cónyuge reclamando que el otro era nervioso y enojadizo, les decía:
-“Reflexioné y pude observar, que casi siempre uno de los componentes de la pareja es una persona tranquila y el otro es fastidioso… Si el marido es reposado, la mujer es nerviosa o viceversa.
-Si los dos fueran de temperamento irritable no sería bueno, ya que habría «fuego» en el hogar. Y si por el contrario ambos fueran indolentes tampoco sería aconsejable … ya que ¿Quién se levantaría por las noches a calmar al bebé cuando llora?
Entonces se dirigía el Rab Ben Zion al que se quejaba y le decía:
“Debes comprender que si tu pareja es nerviosa, es por tu causa, ya que tú eres calmado…¿ y que diríamos si el que se quejara de ti fuera tu cónyuge…?
(Ish lerehú)