Cuando un alma baja a este mundo, se divide en dos mitades, Una sera un hombre y la otra una mujer.
Estas mitades al unirse bajo el palio nupcial, consagrándose uno al otro, con las correspondientes bendiciones, según la ley de Moshe e Israel, vuelven a convertirse en una sola neshamá, una sola. Cuando el hombre ofende a su esposa o viceversa, no hacen más que ofenderse a si mismo, y esto les impide tener éxito en las empresas que desean llevar a cabo, según lo que nos enseña el Zohar(Kabalá).
Que mejor que estos momentos del nuevo año que se inicia para pedir perdón a ese ser que amamos profundamente, y decirle cuanto que lo queremos para renovar y enriquecer la hermosa relación.
Si, seguro que es posible.
¡Shana Tobá!