El gran sabio, conocido como el Saba de Slabodka, el Rab Natan Tzvi Finkel, pidió a los grandes Rabinos y justos de su generación, que rezaran por el para poder superar un difícil trance que atravesaba.
Y para sorpresa de todos, también mando a decirle al farmacéutico de su pueblo que orara a favor de el.
Explico a los que estaban presentes en ese momento que los jajamim enseñan que todo aquel que hace jesed, favores, su tefila se escucha en el cielo.
Y el farmacéutico, a pesar que llevaba a cabo su labor por dinero, de todos modos hacia un gran favor con trabajo a toda la comunidad, por lo cual el Saba de Slabodkaentendió que valía la pena pedirle al farmacéutico que rece por el.
(Pregúntale a tu padre y te contara)