El matrimonio felíz existe
Ante todo conviene considerar en la elección del cónyuge la virtud, la piedad y el sentido común de la persona que nos interesa, observando también esas cualidades en sus padres y hermanos. Podemos admitir, además que la semejanza de edad, de origen, de ambiente, de educación y de intereses espirituales constituyen un punto de partida…